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Hablemos de la deep web

La Internet profunda está repleta de incógnitas y mitos, al menos para el público mayoritario. Suele despertar mucha curiosidad entre todo tipo de usuarios, sea por sus peligros o por las páginas que alberga. Por eso en esta entrada vamos a explicarte en qué consiste esta red, cómo acceder a ella y si es realmente peligrosa. ¡No dejes de leer!

¿Qué es la deep web?

La deep web comprende todo aquel contenido de la red que no está indexado en un buscador. De hecho, este contenido conformaría solo la superficie de todo lo que Internet puede ofrecerte. Su nacimiento lo marcó la generalización de motores de búsqueda como Google, que hacen que buscar información sea mucho más sencillo y accesible para el común de los usuarios.

Dentro de esta parte de la web podrías encontrar cosas sencillas y nada problemáticas, como páginas privadas de empresas o instituciones; por ejemplo, el área de tu perfil en un campus universitario en línea. Al no tratarse de webs indexadas, quedarían dentro de la Internet profunda, y sin embargo no tienen nada que ver con actividades ilegales ni esconden peligros… Aunque, en efecto, es posible cometer delitos con una página no indexada.

Es aquí donde entrarías en la parte oscura de la deep web, la que se conoce como darknet dark web. El anonimato ampara aquí diversos delitos, algo de lo que se aprovechan los criminales. Además, existen redes superpuestas en Internet, que requieren autorización para entrar y programas específicos. Su finalidad sigue siendo la de transmitir información y diferentes contenidos, tanto si son legales como si no.

¿Cómo se accede?

Para conseguir el acceso necesitarás usar un navegador específico. El más utilizado es TOR, aunque hay otras alternativas. Una vez instalado, tendrás que configurarlo de forma adecuada. Ten en cuenta que tu proveedor de red podría tener establecidas limitaciones: si usas un proxy tendrás que especificarlo, y vas a necesitar un cortafuegos.

La forma de usar TOR es similar a la de manejar cualquier otro navegador. No obstante, existe una diferencia: hay que utilizar enlaces .onion para poder acceder a una web. Recuerda que no están indexadas, por lo que no puedes encontrarlas introduciendo palabras clave. Por suerte, existen diversos directorios de enlaces para consultar lo que te resulte más interesante.

Las bases de datos son útiles para buscar información en esta red profunda. En ellas se encuentran todo tipo de enlaces hacia páginas no indexadas. Por otro lado, y por esto es recomendable utilizar un cortafuegos, no sabes lo que te espera detrás de cada enlace. Más vale prevenir que lamentar, sobre todo si no conoces bien el lugar en el que te encuentras.

¿Qué puedes encontrar?

Para navegar con TOR necesitas directorios actualizados. El más popular es The Hidden Wiki, donde encontrarás diferentes dominios. Existen servicios financieros en los que se ofrece el lavado de bitcoins, la falsificación de billetes o carteras de dinero anónimas. También hay páginas destinadas al comercio, incluyendo tiendas de armas, drogas o documentación falsa.

Por descontado, te esperan servicios de hosting para dominios, creación de correos electrónicos irrastreables, blogs, foros, tablones de imágenes, libros y activismo político de todo tipo. Todo esto con unas limitaciones más bien escasas, y en un espacio donde la moral puede no hacer acto de presencia en ningún momento.

Recomendaciones para entrar en la deep web

Cuando usas Internet, corres el riesgo de descargar un virus o exponer tus datos personales. Pero, en este ambiente, el peligro existente es mucho mayor. Encontrarás multitud de páginas con la intencionalidad de introducir en tu ordenador o móvil cualquier clase de malware. Por suerte, TOR ofrece un cifrado de seguridad durante la navegación.

Es fácil que te encuentres con estafas de todo tipo y contenido fraudulento. Si te tropezaras con páginas de esta categoría, lo mejor será que salgas lo más rápido posible. Además, cabe la posibilidad de que se esté controlando la entrada a determinadas webs. Puede que sean usuarios anónimos, o puede que se trate de la propia Policía en busca de delincuentes.

Es muy recomendable no contratar ningún servicio aquí, aunque sea legal. Las probabilidades de que se trate de una estafa y roben tus datos bancarios es alta. El anonimato que ofrece la Internet profunda favorece realizar actividades ilegales de toda índole. Asimismo existe contenido sensible que podría afectarte emocionalmente. Así que, si decides entrar, necesitarás conocimientos sobre ciberseguridad.

Utilizar una VPN, esconder tu proveedor de red y usar una máquina virtual son algunas medidas extra de seguridad. De este modo obtendrás un cifrado adicional y navegarás a través de un sistema operativo simulado. Los riesgos se verán reducidos, pero, aun así, no olvides el sentido común. Te ahorrará más de un mal trago.

¿Existen contenidos ilegales?

Los contenidos ilegales son una realidad en la deep web. Una vez más, el anonimato permite todo tipo de actividades. Por ejemplo, es posible contratar hackers para que realicen diferentes actividades de pirateo. No obstante, no pienses que este lugar está fuera de la ley: servicios como el FBI recorren esta zona de la red en busca de delincuentes.

No es raro que se cierren páginas dedicadas a actividades ilegales, que incluso llegan a adquirir renombre fuera de la red. Pese a que es relativamente difícil acceder, no es imposible atrapar a quienes cometen delitos en estos lugares.

Y es que aquí puedes encontrar desde blogs hablando de teorías de la conspiración a páginas realmente perturbadoras. Por esta razón es recomendable no acceder a las más sospechosas, ni siquiera por mera curiosidad. Ten presente que lo que puedes ver allí podría afectar a tu sensibilidad; por desgracia, eso no es un mito.

Como ves, la Internet profunda es un lugar en el que debes entrar solo si sabes bien lo que estás haciendo. Los peligros no compensan la experiencia. Puedes acabar con un virus en el ordenador o incluso cayendo en una estafa, aunque el servicio adquirido sea aparentemente legal. La precaución, el sentido común y, sobre todo, la formación adecuada son recomendables al navegar en esta parte de la red.



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