Aunque no resulte obligatorio contar con una acreditación oficial, esta se presenta en la actualidad como una especie de sello de calidad, el cual otorga un valor añadido que puede llegar a influir en la cantidad de alumnos extranjeros presentes en las aulas.
Importancia de la acreditación oficial
El prestigio de los centros educativos es uno de los factores fundamentales que probablemente tengas en cuenta a la hora de escoger el mejor lugar para continuar tus estudios de posgrado. En la actualidad, existe una gran cantidad de instituciones académicas en las que realizarlos, pero la inmensa mayoría de los alumnos escoge una u otra en función de la acreditación con la que cuenten.
La importancia de la acreditación en los centros e instituciones educativas ha ido creciendo con el paso del tiempo. De hecho, en líneas generales debes saber que dicha acreditación es una potente herramienta de evaluación para asegurar un alto nivel de calidad en el marco de las enseñanzas superiores. Por otro lado, se otorga un reconocimiento público a aquellas instituciones que reúnen ciertos estándares de calidad y que hacen de ellos la marca de legitimidad de la escuela o centro educativo.
La responsabilidad que tienen los acreditadores no es otra que evaluar la capacidad de liderazgo, los recursos y el aprendizaje que podemos ofrecer. Todos los revisores han pasado cierta cantidad de años en el campo de la administración, enseñanza y educación. Ellos llevan consigo la responsabilidad de adentrarse profundamente en los procesos y procedimientos para poder otorgar una calificación formal de calidad comparativa con otros sistemas educativos y escuelas.
Nosotros somos unos firmes defensores de que la supervisión constante, junto a la orientación de expertos en diferentes disciplinas durante un periodo de tiempo concreto, puede producir mejoras sustanciosas. Al someternos al proceso de acreditación, crecemos y nos hacemos mejores.
¿Quién otorga las acreditaciones?
Por regla general, son los Ministerios de Educación quienes tienen la potestad de ser los encargados de acreditar cuál es la calidad académica de cada una de las Universidades. Sin embargo, en Estados Unidos no es así. Allí existe el denominado Departamento de Educación, cuyo objetivo está destinado a hacer público un listado de las instituciones mejor reconocidas a nivel nacional.
No obstante, también debes saber que existen diferentes y no lucrativas agencias privadas que han asumido la responsabilidad de velar por la calidad educativa. Del mismo modo que los organismos gubernamentales competentes, han establecido los requisitos que ha de cumplir una institución, escuela o centro educativo de forma previa a que les sea otorgada la condición de institución acreditada.
Por ejemplo, en el caso de las escuelas de negocios, este sello de calidad no es obligatorio. Aun así, la acreditación sí que puede otorgar un valor agregado que, sin duda, va a influir directamente en el lugar que ocupa una institución en el ranking o en la cantidad de alumnos extranjeros que habrá presentes en sus aulas.
¿Qué son entonces las acreditaciones?
Puedes compararlas con alguien que recibe un certificado de finalización frente a un certificado de competencia. Además, para poder obtener y mantener dicha acreditación es necesario que tengan no solo certificados, sino resultados adecuados.
Contar con una supervisión se asemeja a los mentores que puede tener un emprendedor. Pues bien, en el caso de una universidad o un colegio, se cuenta con una junta de asesores y una corporación que usa a una junta de directores. En definitiva, una persona o un grupo de personas capacitadas para ver lo que tú no puedes ver.
Los comités de acreditación nos ayudan a ver las áreas y aspectos en los que estamos teniendo un gran éxito, pero también nos ayudan a ver en qué necesitamos mejorar. La supervisión es una práctica mucho más establecida de lo que puedas pensar. Las referencias comunes a grupos que colaboran, se desafían entre sí y que mantienen una competencia saludable dentro de un esfuerzo colectivo se conocen como grupos de expertos, consejos o comités.
La acreditación oficial como forma de inteligencia colectiva
A este respecto, podemos hablar, por ejemplo, del Centro MIT para la inteligencia colectiva. Este ha surgido con la finalidad de alentar a los líderes empresariales del futuro a que fortalezcan la relación de los hombres con las máquinas, en vez de adoptar una posición de rechazo hacia ellas.
Las máquinas pueden volverse más inteligentes de forma colectiva a medida que la tecnología continúa con un imparable avance. Por ello, es necesario que los líderes de hoy den un paso al frente para analizar cómo es su día a día y cómo podría ser a estas alturas su negocio si tuviera una perfecta inteligencia colectiva.
Las acreditaciones no son algo novedoso, sino que llevan presentes entre nosotros desde el siglo XIX, por lo que durante todo este tiempo se han podido recopilar una cantidad ingente de datos. Algunas personas pueden pensar que estos datos pueden estar sacados de contexto y ser arcaicos, pero en realidad todo tiene que ver con los datos.Como escuela, si es posible acceder a la experiencia de los recursos de acreditación, procesos de concesión de créditos y revisiones académicas, podemos llevar a cabo una ingeniería inversa para gozar así de una experiencia más racionalizada para los estudiantes.
La combinación de los recursos académicos con universidades, asociaciones de colegios y expertos de la industria junto con una plataforma tecnológica superior prepararán la mejor experiencia de aprendizaje en el presente y, sobre todo, en el futuro de la ciencia computacional.
¿Qué suponen las acreditaciones?
Los procesos de acreditación en asociación y la utilización de datos hacen todo esto posible, pero, además, proporcionan un desafío para las instituciones que están dispuestas a mejorar de forma continua.
El mundo de la industria y la educación se ven envueltos en cambios constantes y estamos más que seguros de que se seguirán sucediendo, amén de una futura regulación. Sería muy interesante que hubiera un estándar para cada industria, sobre todo en materia de educación tecnológica, ya que, desgraciadamente, no todos los profesionales operan bajo los mismos principios de calidad.
Por este motivo, es un desafío buscar la acreditación oficial y mejorar en la educación que se desea ofrecer. Esto es algo que se debería afrontar cuanto antes tanto en campamentos de entrenamiento como en escuelas o empresas.
